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Signatura: L23019
Fecha: 1823-02-11
Tipo de documento: Prensa
Idioma: Castellano
Fuente: Ion Urrestarazu Parada
Descripción: Gaceta de Madrid: núm. 45, de 11/02/1823, páginas 213 a 214.
Observaciones: "S. Sebastian 2 de Febrero El jueves último 30 del corriente á las 10 de la mañana apreció el mal cura Gorostidi con 150 á 160 facciosos en la venta de Lususaga entre Astigarraga y Rentería, y pidió raciones á esta última villa. Sus habitantes no se las dieron; y viendo que no llegaba la columna de esta ciudad que habia salido a proteger hasta Villabona un convoy de armas y municiones, pasaron en número de 12 armados, ademas de ocho que quedaron en el mismo pueblo para la guardia de noche, á Oyazan, en union con los voluntarios de Pasages y del gobernador de aquel fuerte, que tambien se presentó con sus pocos soldados. De Rentería hubiera salido mayor número de gente á haber tenido armas, lo que prueba le buen espíritu de aquellos habitantes. Llegados á Oyarzun, y viendo que aun con los voluntarios de este pueblo no componian fuerza suficiente para atacar á los facciosos, pasaron alli la noche, mientras que Gorostidi, habiendo permanecido hasta las cuatro y media de la tarde á media legua de distancia de Astigarraga, llegó á las seis á la ferrería de Añarbe, donde durmió, habiendo colocado en Arano un[a] avanzada de 40 hombres. Interin la columna de Valencey y milicia activa de Salamanca estaba en camino regresando de escoltar el convoy, segun las órdenes que se le habiendo dado, otros cien hombres de la milicia voluntaria de esta ciudad salian á las cuatro de la misma tarde hácia el punto amenazado; pero habiéndose cerciorado en Alza de que los facciosos se habian alejado con direccion á Navarra, volvieron la misma noche á esta plaza, á la que pocas horas antes habia vuelto la columna. No nos preciamos de poder dar lecciones para operaciones militares: tambien se nos alcanza que en tiempo de guerra no es prudente se aleje á demasiada distancia, ó permanezca fuera una parte de la guarnicion de una plaza fronteriza, objeto de los inicuos deseos de nuestros enemigos internos y externos; pero al mismo tiempo no podemos menos de observar con dolor que habiendo estado 160 facciosos un dia entero á dos leguas de esta misma plaza, en las inmediaciones de unos pueblos que tan buen espíritu manifestaban, no se haya podido combinar un ataque, puesto que al regresar la columna de tropa permanente por Astigarraga la gavilla distaba solo media legua. Nos hacemos cargo por otra parte que siempre les quedaba fran[n]co para huir, como lo hicieron, el paso por Arano y los montes de Navarra; mas todavia nos queda la duda de [si] habiéndose tenido ó procurado adquirir avisos oportunos no hubiera podido cortarles aquella escapatoria la misma columna que regresaba desde Villabona, combinando su movimiento con alguna fuerza que pudiese salir de Irun, y teniendo ademas el apoyo en la gente armada de Rentería, Oyarzun, Pasages y esta ciudad. Asi se hubiera logrado, cuando no escarmentar duramente á la gavilla de Gorostidi, evitar á lo menos el que contramarchando sobre Villabona, hubiese atacado, como lo hizo ayer, á la corta escolta del correo que salió de esta ciudad el dia antes, apoderandose de una parte de ella; aunque, segun se dice, pudo salvarse la mala."
 
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Signatura: L23019
Fecha: 1823-02-11
Tipo de documento: Prensa
Idioma: Castellano
Fuente: Ion Urrestarazu Parada
Descripción: Gaceta de Madrid: núm. 45, de 11/02/1823, páginas 213 a 214.
Observaciones: "S. Sebastian 2 de Febrero El jueves último 30 del corriente á las 10 de la mañana apreció el mal cura Gorostidi con 150 á 160 facciosos en la venta de Lususaga entre Astigarraga y Rentería, y pidió raciones á esta última villa. Sus habitantes no se las dieron; y viendo que no llegaba la columna de esta ciudad que habia salido a proteger hasta Villabona un convoy de armas y municiones, pasaron en número de 12 armados, ademas de ocho que quedaron en el mismo pueblo para la guardia de noche, á Oyazan, en union con los voluntarios de Pasages y del gobernador de aquel fuerte, que tambien se presentó con sus pocos soldados. De Rentería hubiera salido mayor número de gente á haber tenido armas, lo que prueba le buen espíritu de aquellos habitantes. Llegados á Oyarzun, y viendo que aun con los voluntarios de este pueblo no componian fuerza suficiente para atacar á los facciosos, pasaron alli la noche, mientras que Gorostidi, habiendo permanecido hasta las cuatro y media de la tarde á media legua de distancia de Astigarraga, llegó á las seis á la ferrería de Añarbe, donde durmió, habiendo colocado en Arano un[a] avanzada de 40 hombres. Interin la columna de Valencey y milicia activa de Salamanca estaba en camino regresando de escoltar el convoy, segun las órdenes que se le habiendo dado, otros cien hombres de la milicia voluntaria de esta ciudad salian á las cuatro de la misma tarde hácia el punto amenazado; pero habiéndose cerciorado en Alza de que los facciosos se habian alejado con direccion á Navarra, volvieron la misma noche á esta plaza, á la que pocas horas antes habia vuelto la columna. No nos preciamos de poder dar lecciones para operaciones militares: tambien se nos alcanza que en tiempo de guerra no es prudente se aleje á demasiada distancia, ó permanezca fuera una parte de la guarnicion de una plaza fronteriza, objeto de los inicuos deseos de nuestros enemigos internos y externos; pero al mismo tiempo no podemos menos de observar con dolor que habiendo estado 160 facciosos un dia entero á dos leguas de esta misma plaza, en las inmediaciones de unos pueblos que tan buen espíritu manifestaban, no se haya podido combinar un ataque, puesto que al regresar la columna de tropa permanente por Astigarraga la gavilla distaba solo media legua. Nos hacemos cargo por otra parte que siempre les quedaba fran[n]co para huir, como lo hicieron, el paso por Arano y los montes de Navarra; mas todavia nos queda la duda de [si] habiéndose tenido ó procurado adquirir avisos oportunos no hubiera podido cortarles aquella escapatoria la misma columna que regresaba desde Villabona, combinando su movimiento con alguna fuerza que pudiese salir de Irun, y teniendo ademas el apoyo en la gente armada de Rentería, Oyarzun, Pasages y esta ciudad. Asi se hubiera logrado, cuando no escarmentar duramente á la gavilla de Gorostidi, evitar á lo menos el que contramarchando sobre Villabona, hubiese atacado, como lo hizo ayer, á la corta escolta del correo que salió de esta ciudad el dia antes, apoderandose de una parte de ella; aunque, segun se dice, pudo salvarse la mala."
 
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