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Signatura: L21612
Fecha: 1931-12-08
Tipo de documento: Prensa
Idioma: Castellano
Fuente: Ion Urrestarazu Parada
Descripción: Imprudencia fatal / La Voz de Guipúzcoa, p. 9
Observaciones: "Imprudencia fatal Manipulando con una granada muerte destrozado un hombre Ayer ocurrió en el barrio de Landarbaso, próximo a las famosas cuevas del mismo nombre, una horrible desgracia en el caserío "Alta-Biscor". Aproximadamente a las doce y media se encontraba en el caserío, donde vivía con su familia, Joaquín Eguileor Zugasti, de 35 años, soltero, labrador. Este manipulaba con una granada que hacía siete años había recogido en el campo y que era uno de los proyectiles, que no habían hecho explosión, empleados en prácticas de tiro desde el fuerte San Marcos a un blanco colocado en las inmediaciones del caserío. Previamente, la había quitado la pólvora, sacando el tapón de la espoleta, y así utilizaba el artefacto para hacer sobre el mismo algunos trabajos de arreglos de herramientas de labranza. Lo extraordinario es que habiendo manipulado con ella tantas veces no hiciera antes explosión. Esta vez, por lo visto, intentaba abrirla, no sabemos con qué fin, para lo que la golpeó con un martillo y cincel. Indudablemente, la granada cotenía pólvora en algún compartimento e hizo explosión. Fué ésta tan terrible, que el cuerpo de Joaquín fué lanzado desde el primer piso donde se encontraba hasta el inmediato, rompiendo el techo. El cuerpo quedó horriblemente destrozado. Al ocurrir la explosión, se hallaba a un metro de distancia de Joaquín un hermano suyo llamado Ignacio, empleado en la central eléctrica municipal, el cual resultó con una herida leve en la frente y con la ropa destrozada por la espalda por un trozo de granada, que no le llegó a tocar la carne. Ocurrió la explosión en el primer piso, en un extremo del inmueble, que es muy espacioso, y que estaba destinado a lagar. Las paredes se vinieron abajo, destrozóse el techo por donde fué lanzado el cuerpo del desgraciado Joaquín hasta el piso inmediato y también quedó destrozado la parte de tejado que da sobre aquel extremo de la casa. Muchas paredes del inmueble se agrietaron por efecto de la formidable explosión. De la desgracia se dió aviso a la central eléctrica de Landarbaso, a la Comisaría de San Sebastián y a la Alcaldía, disponiéndose el envío del furgón municipal para el traslado de los restos al depósito del cementerio de Polloe. El juez de Instrucción se personó en el lugar del suceso para instruir las diligencias del caso. A pesar de los destrozos causados en el caserío, no ha sido desalojado, pues como ya decimos, es muy espacioso y la explosión ocurrió en un extremo de la casa."
Grupos: Crónicas de La Voz de Guipúzcoa del año 1931
 
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Fecha: 1931-12-08
Tipo de documento: Prensa
Idioma: Castellano
Fuente: Ion Urrestarazu Parada
Descripción: Imprudencia fatal / La Voz de Guipúzcoa, p. 9
Observaciones: "Imprudencia fatal Manipulando con una granada muerte destrozado un hombre Ayer ocurrió en el barrio de Landarbaso, próximo a las famosas cuevas del mismo nombre, una horrible desgracia en el caserío "Alta-Biscor". Aproximadamente a las doce y media se encontraba en el caserío, donde vivía con su familia, Joaquín Eguileor Zugasti, de 35 años, soltero, labrador. Este manipulaba con una granada que hacía siete años había recogido en el campo y que era uno de los proyectiles, que no habían hecho explosión, empleados en prácticas de tiro desde el fuerte San Marcos a un blanco colocado en las inmediaciones del caserío. Previamente, la había quitado la pólvora, sacando el tapón de la espoleta, y así utilizaba el artefacto para hacer sobre el mismo algunos trabajos de arreglos de herramientas de labranza. Lo extraordinario es que habiendo manipulado con ella tantas veces no hiciera antes explosión. Esta vez, por lo visto, intentaba abrirla, no sabemos con qué fin, para lo que la golpeó con un martillo y cincel. Indudablemente, la granada cotenía pólvora en algún compartimento e hizo explosión. Fué ésta tan terrible, que el cuerpo de Joaquín fué lanzado desde el primer piso donde se encontraba hasta el inmediato, rompiendo el techo. El cuerpo quedó horriblemente destrozado. Al ocurrir la explosión, se hallaba a un metro de distancia de Joaquín un hermano suyo llamado Ignacio, empleado en la central eléctrica municipal, el cual resultó con una herida leve en la frente y con la ropa destrozada por la espalda por un trozo de granada, que no le llegó a tocar la carne. Ocurrió la explosión en el primer piso, en un extremo del inmueble, que es muy espacioso, y que estaba destinado a lagar. Las paredes se vinieron abajo, destrozóse el techo por donde fué lanzado el cuerpo del desgraciado Joaquín hasta el piso inmediato y también quedó destrozado la parte de tejado que da sobre aquel extremo de la casa. Muchas paredes del inmueble se agrietaron por efecto de la formidable explosión. De la desgracia se dió aviso a la central eléctrica de Landarbaso, a la Comisaría de San Sebastián y a la Alcaldía, disponiéndose el envío del furgón municipal para el traslado de los restos al depósito del cementerio de Polloe. El juez de Instrucción se personó en el lugar del suceso para instruir las diligencias del caso. A pesar de los destrozos causados en el caserío, no ha sido desalojado, pues como ya decimos, es muy espacioso y la explosión ocurrió en un extremo de la casa."
Grupos: Crónicas de La Voz de Guipúzcoa del año 1931
 
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