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| Signatura: | L22366 |
| Fecha: | 1932-05-25 |
| Tipo de documento: | Prensa |
| Idioma: | Castellano |
| Fuente: | Ion Urrestarazu Parada |
| Descripción: | DESDE RENTERIA. La conferencia de la Srta. Obejero en el Centro Republicano de Alza / La Voz de Guipúzcoa, p. 13 |
| Observaciones: | "DESDE RENTERIA La conferencia de la Srta. Obejero en el Centro Republicano de Alza El sábado por la noche dió su anunciada conferencia la señorita Obejero, ante un auditorio que llenaba todo el salón de dimensiones considerables. El presidente del Centro, señor Urabayen, comenzó el acto manifestando los propósitos de la entidad republicana de dar un ciclo de conferencias a fin de robustecer y propagar entre los afiliados y simpatizantes. Seguidamente, el presidente de la Juventud radical socialista de San Sebastián dirige unas vibrantes palabras de afirmación republicana, condenando duramente los procedimientos monárquicos desde Felipe II hasta nuestros días. Fué muy aplaudido. Antes de levantar a hablar la señorita Obejero, el presidente hace un caluroso elogio de la conferenciante, para quien pide una ovación en compensación de los disgustos que los reaccionarios le produjeron aprovechando una falsa excusa. El público, puesto en pie, le ovaciona largamente. Ya en el uso de la palabra, la señorita María Paz Obejero, devuelve los aplausos a las mujeres republicanas de Lezo por la absoluta compenetración que han tenido con su sentir. Explica el por qué la enseñanza y la cultura son la base de un país. La monarquía sólo se ocupó del ministerio de la Guerra, desatendiendo a otras atenciones de los demás ministerios, para legarnos un ejército completamente anquilosado. Tiene palabras encomiásticas para Marcelino Domingo por su labor en el ministerio de Instrucción Pública y por haber concedido a Lezo las escuelas graduadas que son las que formarán el espíritu de los futuros ciudadanos, que esgrimiendo los libros como armas y la verdad como razonamiento, serán la más fuerte defensa del régimen democrático y social. Habla sobre la religión y el clericalismo, arrancando fuertes ovaciones del auditorio. Víctor Hugo dijo que los curas eran la bujía apagada y los maestros la antorcha que ilumina a los pueblos. La separación de la Iglesia y el Estado no perjudica a la religión sino a la nómina del clero. El evangelio es una doctrina puramente socialista. Señala que los únicos que siguen a la clerecía son los caciques y los postergados, aquéllos porque se les acaba su dominio y éstos porque carecen de valentía para arrimarse al movimiento evolutivo de las ideas. Hace una calurosa defensa de la escuela única que redime al niño de las garras del capitalismo que monopolizaba todos los títulos de las carreras, cerrando las puertas al talento del niño pobre. Toda la infancia por igual debe disfrutar de los beneficios de la escuela pedagógica e higiénica, para que en esa convivencia se forjen las generaciones venideras libres de las preocupaciones de las castas sociales. Ridiculiza ese tipo de maestra cursi, de aspecto monjil con su cuello alto, faldas largas y el puntero en la mano, tan genial en nuestra nación, que en su función docente parecen sacerditistas . Después habla del feminismo y el impuso del mismo, señalando la rara casualidad de las que antes han sido las más furiosas combatientes ahora se incorporan a este movimiento iniciado por las mujeres izquierdas. Se puede zurcir una media y al mismo tiempo discutir de la política, huyendo de ese comadreo de las porterías. La madre siempre será el sér que no perderá los sentimientos de las mujeres en la educación del niños, y lo único que podrán hacer con ella será modificarla sin variar la esencia de sus virtudes femeniles. En cuanto al voto, opina con Kent, que no hubiera venido mal un poco más tarde, aunque reconoce la buena fe de la Campoamor . La República, con los beneficios que ha concedido a la mujer, conseguirá las reivindicaciones sociales y políticas a la vez que grandes ventajas para nuestros hijos. Se complace de la numerosa asistencia femenina al acto y termina diciendo con Castelar que la República es el ariete contra la tiranía, el áncora de la libertad, defensa propia sin perjuicio para un segundo, la evolución social, porque España, que supo acrisolar las civilizaciones de oriente y occidente, sabrá también llegar a la meta social, sin pistoleros ni dinamita, por medio de la ciencia y de la cultura. La feliz oradora fué interrumpida durante el discurso por reiteradas ovaciones, recibiendo al final prolongados aplausos. La agrupación femenina obsequió a la conferenciante con un ramillete de flores y un estuche de bombones." |
| Grupos: | Crónicas de La Voz de Guipúzcoa del año 1932 |
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