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Signatura: L22499
Fecha: 1932-09-27
Tipo de documento: Prensa
Idioma: Castellano
Fuente: Ion Urrestarazu Parada
Descripción: DESDE ALZA / La Voz de Guipúzcoa, p. 12
Observaciones: "DESDE ALZA Para el sujeto R. (Inicial de Rabioso) PARA EL SUJETO R. (Inicial de Rabioso) En verdad, hubiera sido una lástima que dicho sujeto, en sus dudas, no hubiese contestado a mi escrito anterior, pues haciéndolo me ha dado ocasión de conocer hasta dónde llega lo precario de la mentalidad reaccionaria y la indignación que le producen nuestras campañas. Tengo que enfrentarme con una R. tras la cual se esconde un aspid que pretende ser venenoso y no pasa de ser ridículo. Estoy en manifiesta desventaja; la R. puede dirigir sus tiros --más o menos certeros-- hacia un blanco visible; yo, en cambio, no veo al enemigo que me ataca desde su escondite. Solamente me queda el adivinar su personalidad. Su criterio (¡!) no me ha producido indignación y ha venido a demostrar que, habiéndosele acabado a las primeras de cambio las razones, recurre al insulto y a la difamación porteril. Descúbrase la víbora para que podamos ver si tiene autoridad moral para mal considerar a los demás. Cuando no lo hace es señal evidente de que no la tiene, y me gustaría conocerla para escupirla a la cabeza todo el desprecio que me surgieren sus insultos, que quizá algún día pueda contestar, aunque no con la pluma. Pero, como él mismo dice: el tiempo se encargará de hacer justicia a quien corresponda. Y aquí debía terminar, pero me interesa hacer unas declaraciones par a que las cosas no queden flotando: Dice R. que al hablar de "cuentistas" y de republicanos de "doublé", lo hacía en términos generales. Esto quiere decir que el insulto iba dirigido a todos los republicanos sin excepción. No place merecer del R. tal concepto. Sería mucho peor que nos elogiase. Llama a mi escrito croniquilla. Está bien; pero sepa que eso de emplear en los suyos galicismos tan pasados de moda como "enragé" y "doublé", además de ser una cursilería, es otro insulto a la rica lengua española. Ahora que bien puede ser que con ellos quiera demostrar una cultura de todo a 0'95, que le asegure la admiración de sus incultos mandantes. Sepa también R. que yo no contestaba a su especie de artículo, que no tenía nada que contestar, sino que, únicamente, quería salir al paso de las afirmaciones inciertas y tendenciosas que en aquél hacía. En cambio, es R. el que no contesta --como dice-- al mío, pues dejando el verdadero sentido de él se va por los famosos cerros de Ubeda para luego descender al comentario de portera --que éstas perdonen--, a la insidia cobarde y vergonzosa, a la difamación personal como único recurso, actitud muy baja de por sí; pero mucho más cuando se escuda en el anónimo. También me atribuye una frase completamente falsa y que escribe entre comillas, en la que expresa "que vengo a dar patentes de ciudadanía" y todo el que haya leído mi artículo verá que esto es una invención de mal gusto que viene a demostrar una de estas tres cosas: que el sujeto R. tiene una evidente mala fe, que no sabe leer o que no sabe escribir. O quizá las tres a un tiempo. Añade que la zona de Alza y Pasajes se ha echado a reir --nunca había visto reir a las zonas-- al oir --también oyen-- que queremos sanear la Hacienda, empeño que no es solamente mío y que muy bien pudiera no ser yo el llamado a realizar, ya que no faltará quien lo haga. En cuanto a eso de la risa de la zona, cualquiera que no viva muy lejos de aquí se habrá dado cuenta de que no pasa de ser una salida con pretensiones efectistas y de que además --claro está-- de no ser verdad es una argucia con fines derrotistas, como las que muy a menudo suelen emplear esas gentes reaccionarias desprovistas ahora de apoyo y siempre de razón. Pero, de todos modos, bueno será que no olvide que mejor reirá quien ría el último. Y con respecto a mi intervención, ha de saber que mi carácter de presidente del Centro Republicano es título más que suficiente para obligarme a salir al paso de las tortuosas campañas de los eternos enemigos de la República y de la libertad. Sí, señor; se trata, efectivamente, de suprimir el caciquismo que tanta sangre ha chupado a este pueblo de Alza, digno de mejor suerte. Pero no para implantar otro, como se le ocurre decir al sujeto R. La observancia de las doctrinas republicanas, que él desconoce, lo impediría. Ese latiguillo es un latiguillo muy usado en estos tiempos por los desplazados, y con él pretenden evitar o retrasar la caída del caciquismo, caída que traería como consecuencia inmediata la pérdida de muchos absurdos privilegios para aquéllos que durante generaciones enteras monopolizaron la política, la administración y la justicia, ejerciéndola a su antojo y para su provecho personal, negando hasta el derecho de crítica a los infelices sojuzgados. Mucho le preocupan ahora a R. los intereses del pueblo. ¿Desde cuándo? ¿Qué se ha hecho en favor de esos intereses desde los que para R. buenos tiempos de la U. P.? Y, por último, sepa mi encubierto difamador que detrás de mi nombre no se esconde --como dice-- ninguna maniobra; que no soy ningún segundón ni testaferro de personas de turbios intereses y aspiraciones ilegítimas, como seguramente le ocurre a él, y que, por mi parte, pueden ir cayendo las caretas --la primera la suya-- y pueden también salir todos esos expedientes a que alude con misterio que no acierto a explicarme, y que no tendrá ello más fin que el de intrigar con la mentira, haciendo creer se halla en posesión de algún escondido resorte que haría saltar la organización republicana o quebrantar la integridad política o moral de los que nos honramos en pertenecer a aquélla. Y ya que dice que aquí nos conocemos todos, quítese el sujeto R. el medio antifaz que le queda y luchemos limpiamente, noblemente y a cara descubierta; aunque pienso que R. no estará acostumbrado a esta clase de lucha leal, sino, únicamente, a la que la amenaza coactiva y de papel sellado, que, si no me equivoco, sabe manejar con cierta odiosa habilidad. Y no manche las palabras de "intereses del pueblo", "republicanismo" y "democracia". *** Nota. -- Envié a "El Pueblo Vasco" mi anterior artículo, ya que en él se publicó el que motivó m intervención, y hemos podido observar la "imparcialidad" del citado periódico al no darle acogida en sus columnas. -- Hernández."
Grupos: Crónicas de La Voz de Guipúzcoa del año 1932
 
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Signatura: L22499
Fecha: 1932-09-27
Tipo de documento: Prensa
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Fuente: Ion Urrestarazu Parada
Descripción: DESDE ALZA / La Voz de Guipúzcoa, p. 12
Observaciones: "DESDE ALZA Para el sujeto R. (Inicial de Rabioso) PARA EL SUJETO R. (Inicial de Rabioso) En verdad, hubiera sido una lástima que dicho sujeto, en sus dudas, no hubiese contestado a mi escrito anterior, pues haciéndolo me ha dado ocasión de conocer hasta dónde llega lo precario de la mentalidad reaccionaria y la indignación que le producen nuestras campañas. Tengo que enfrentarme con una R. tras la cual se esconde un aspid que pretende ser venenoso y no pasa de ser ridículo. Estoy en manifiesta desventaja; la R. puede dirigir sus tiros --más o menos certeros-- hacia un blanco visible; yo, en cambio, no veo al enemigo que me ataca desde su escondite. Solamente me queda el adivinar su personalidad. Su criterio (¡!) no me ha producido indignación y ha venido a demostrar que, habiéndosele acabado a las primeras de cambio las razones, recurre al insulto y a la difamación porteril. Descúbrase la víbora para que podamos ver si tiene autoridad moral para mal considerar a los demás. Cuando no lo hace es señal evidente de que no la tiene, y me gustaría conocerla para escupirla a la cabeza todo el desprecio que me surgieren sus insultos, que quizá algún día pueda contestar, aunque no con la pluma. Pero, como él mismo dice: el tiempo se encargará de hacer justicia a quien corresponda. Y aquí debía terminar, pero me interesa hacer unas declaraciones par a que las cosas no queden flotando: Dice R. que al hablar de "cuentistas" y de republicanos de "doublé", lo hacía en términos generales. Esto quiere decir que el insulto iba dirigido a todos los republicanos sin excepción. No place merecer del R. tal concepto. Sería mucho peor que nos elogiase. Llama a mi escrito croniquilla. Está bien; pero sepa que eso de emplear en los suyos galicismos tan pasados de moda como "enragé" y "doublé", además de ser una cursilería, es otro insulto a la rica lengua española. Ahora que bien puede ser que con ellos quiera demostrar una cultura de todo a 0'95, que le asegure la admiración de sus incultos mandantes. Sepa también R. que yo no contestaba a su especie de artículo, que no tenía nada que contestar, sino que, únicamente, quería salir al paso de las afirmaciones inciertas y tendenciosas que en aquél hacía. En cambio, es R. el que no contesta --como dice-- al mío, pues dejando el verdadero sentido de él se va por los famosos cerros de Ubeda para luego descender al comentario de portera --que éstas perdonen--, a la insidia cobarde y vergonzosa, a la difamación personal como único recurso, actitud muy baja de por sí; pero mucho más cuando se escuda en el anónimo. También me atribuye una frase completamente falsa y que escribe entre comillas, en la que expresa "que vengo a dar patentes de ciudadanía" y todo el que haya leído mi artículo verá que esto es una invención de mal gusto que viene a demostrar una de estas tres cosas: que el sujeto R. tiene una evidente mala fe, que no sabe leer o que no sabe escribir. O quizá las tres a un tiempo. Añade que la zona de Alza y Pasajes se ha echado a reir --nunca había visto reir a las zonas-- al oir --también oyen-- que queremos sanear la Hacienda, empeño que no es solamente mío y que muy bien pudiera no ser yo el llamado a realizar, ya que no faltará quien lo haga. En cuanto a eso de la risa de la zona, cualquiera que no viva muy lejos de aquí se habrá dado cuenta de que no pasa de ser una salida con pretensiones efectistas y de que además --claro está-- de no ser verdad es una argucia con fines derrotistas, como las que muy a menudo suelen emplear esas gentes reaccionarias desprovistas ahora de apoyo y siempre de razón. Pero, de todos modos, bueno será que no olvide que mejor reirá quien ría el último. Y con respecto a mi intervención, ha de saber que mi carácter de presidente del Centro Republicano es título más que suficiente para obligarme a salir al paso de las tortuosas campañas de los eternos enemigos de la República y de la libertad. Sí, señor; se trata, efectivamente, de suprimir el caciquismo que tanta sangre ha chupado a este pueblo de Alza, digno de mejor suerte. Pero no para implantar otro, como se le ocurre decir al sujeto R. La observancia de las doctrinas republicanas, que él desconoce, lo impediría. Ese latiguillo es un latiguillo muy usado en estos tiempos por los desplazados, y con él pretenden evitar o retrasar la caída del caciquismo, caída que traería como consecuencia inmediata la pérdida de muchos absurdos privilegios para aquéllos que durante generaciones enteras monopolizaron la política, la administración y la justicia, ejerciéndola a su antojo y para su provecho personal, negando hasta el derecho de crítica a los infelices sojuzgados. Mucho le preocupan ahora a R. los intereses del pueblo. ¿Desde cuándo? ¿Qué se ha hecho en favor de esos intereses desde los que para R. buenos tiempos de la U. P.? Y, por último, sepa mi encubierto difamador que detrás de mi nombre no se esconde --como dice-- ninguna maniobra; que no soy ningún segundón ni testaferro de personas de turbios intereses y aspiraciones ilegítimas, como seguramente le ocurre a él, y que, por mi parte, pueden ir cayendo las caretas --la primera la suya-- y pueden también salir todos esos expedientes a que alude con misterio que no acierto a explicarme, y que no tendrá ello más fin que el de intrigar con la mentira, haciendo creer se halla en posesión de algún escondido resorte que haría saltar la organización republicana o quebrantar la integridad política o moral de los que nos honramos en pertenecer a aquélla. Y ya que dice que aquí nos conocemos todos, quítese el sujeto R. el medio antifaz que le queda y luchemos limpiamente, noblemente y a cara descubierta; aunque pienso que R. no estará acostumbrado a esta clase de lucha leal, sino, únicamente, a la que la amenaza coactiva y de papel sellado, que, si no me equivoco, sabe manejar con cierta odiosa habilidad. Y no manche las palabras de "intereses del pueblo", "republicanismo" y "democracia". *** Nota. -- Envié a "El Pueblo Vasco" mi anterior artículo, ya que en él se publicó el que motivó m intervención, y hemos podido observar la "imparcialidad" del citado periódico al no darle acogida en sus columnas. -- Hernández."
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