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“Larra..o” → “Larratxo” / “Larracho”
— Kortxete arteko karaktereak alternatiboak dira. Adibidez:
“Arza[kcq]” → “Arzak” / “Arzac” / “Arzaq”
| 5272
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[1.342 Kb]
Signatura: L21320
Data: 1931-05-28
Dokumentu mota: Prentsa
Hizkuntza: Gaztelania
Iturria: Ion Urrestarazu Parada
Ezaugarriak: DOLOROSO ACONTECIMIENTO. La exaltación de algunos elementos determinaron ayer la intervención enérgica de la fuerza pública / La Voz de Guipúzcoa, 1. or.
Oharrak: "DOLOROSO ACONTECIMIENTO La exaltación de algunos elementos determinaron ayer la intervención enérgica de la fuerza pública Una manifestación compuesta por más de dos mil personas, que se dirigían a la ciudad, hubo de ser contenida por la fuerza. — Fueron disueltos los manifestantes, pero se registraron sensibles bajas entre ellos [...] LOS PRIMEROS INCIDENTES En la ciudad, se dió comienzo a la jornada con normalidad, protegiéndose los servicios públicos con soldados que custodiaban los tranvías y autobuses. Los servicios del mercado y abastecimiento de la ciudad se efectuaron como de costumbre, sin que se registrara ningún incidente. Los primeros lamentables sucesos ocurrieron aproximadamente a las diez y media de la mañana, en el alto de Miracruz, donde se habían enviado numerosas fuerzas para proteger la ciudad, ante la amenaza de llegar a ésta la manifestación de huelguistas. Un compacto grupo, en el que figurarían unos 1.500 manifestantes, portadores de un letrero en el que se leía "Queremos pan para nuestros hijos", avanzó por la carretera, a pesar de los requerimientos que momentos antes les había dirigido el gobernador militar, general Villa-Abrille, que, para comprobar la situación se acercó hasta el barrio pasaitarra de Trincherpe. Los manifestantes siguieron avanzando, hasta la bifurcación de la carretera de Bidebieta con la general, y después de haber desatendido las indicaciones persuasivas de la tropa, se encontraron con nuevas fuerzas que les hicieron el mismo requerimiento de desistir de sus propósitos, disolviendo la manifestación. Ante la actitud negativa de los manifestantes, en cuya primera fila figuraban algunas mujeres, la fuerza dió los toques de atención, haciendo primero una descarga al aire y después al grupo . La confusión fue indescriptible. La represión de la fuerza había tenido graves consecuencias. Inmediatamente se prestó asistencia a los heridos, trasladándoseles a la Clínica del doctor Leremboure a unos y a la Casa de Socorro a los más, utilizando automóviles, camionetas y cuantos vehículos análogos encontraron a mano. La llegada de estos vehículos conduciendo a los heridos a la Casa de Socorro, produjo una dolorosa impresión al pueblo, que se condolió sinceramente de los graves sucesos ocurridos. [...] *** De cómo se produjo el choque de la fuerza con la manifestación no fuímos testigos y hubimos de valernos para nuestra información de referencias recogidas en el lugar del encuentro y en los centros oficiales. Al llegar las fuerzas al alto de Miracruz, se encontraron con la tropa, que tenía órdenes de impedirles el paso. Algunos manifestantes que figuraban en cabeza se adelantaron a los soldados, para decirles que venían pacíficamente a pedir al gobernador la libertad de los compañeros detenidos. Los soldados consultaron con su jefe, quien insistió en las órdenes terminantes de que no se les dejara paso. Las mujeres y niños que iban en la manifestación se fueron filtrando por entre los soldados de Sicilia que estaban allí de retén al mando de un capitán, y las fuerzas terminaron por no ponerse al ruego de los manifestantes y bajaron sus armas con las bayonetas. La manifestación ovacionó a los soldados, vitoreando al ejército. Según las referencias recibidas, en Ategorrieta, cerca del reloj, la manifestación se encontró con que le cerraba el paso un retén de la Guardia civil al mando de un capitán. Les invitaron a no avanzar, ante las órdenes que tenían de impedirles el paso. Sin atender a este requerimiento, los manifestantes siguieron avanzando. Entonces, la Guardia civil dió los toques de atención. No obstante esta advertencia, siguieron avanzando y se hizo la primera descarga. Los heridos fueron llevados al hospital, Casa de Socorro y clínicas de aquellas proximidades."
Sortak: La Voz de Guipúzcoa 1931, kronikak
 
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es | eu
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Data: 1931-05-28
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Ezaugarriak: DOLOROSO ACONTECIMIENTO. La exaltación de algunos elementos determinaron ayer la intervención enérgica de la fuerza pública / La Voz de Guipúzcoa, 1. or.
Oharrak: "DOLOROSO ACONTECIMIENTO La exaltación de algunos elementos determinaron ayer la intervención enérgica de la fuerza pública Una manifestación compuesta por más de dos mil personas, que se dirigían a la ciudad, hubo de ser contenida por la fuerza. — Fueron disueltos los manifestantes, pero se registraron sensibles bajas entre ellos [...] LOS PRIMEROS INCIDENTES En la ciudad, se dió comienzo a la jornada con normalidad, protegiéndose los servicios públicos con soldados que custodiaban los tranvías y autobuses. Los servicios del mercado y abastecimiento de la ciudad se efectuaron como de costumbre, sin que se registrara ningún incidente. Los primeros lamentables sucesos ocurrieron aproximadamente a las diez y media de la mañana, en el alto de Miracruz, donde se habían enviado numerosas fuerzas para proteger la ciudad, ante la amenaza de llegar a ésta la manifestación de huelguistas. Un compacto grupo, en el que figurarían unos 1.500 manifestantes, portadores de un letrero en el que se leía "Queremos pan para nuestros hijos", avanzó por la carretera, a pesar de los requerimientos que momentos antes les había dirigido el gobernador militar, general Villa-Abrille, que, para comprobar la situación se acercó hasta el barrio pasaitarra de Trincherpe. Los manifestantes siguieron avanzando, hasta la bifurcación de la carretera de Bidebieta con la general, y después de haber desatendido las indicaciones persuasivas de la tropa, se encontraron con nuevas fuerzas que les hicieron el mismo requerimiento de desistir de sus propósitos, disolviendo la manifestación. Ante la actitud negativa de los manifestantes, en cuya primera fila figuraban algunas mujeres, la fuerza dió los toques de atención, haciendo primero una descarga al aire y después al grupo . La confusión fue indescriptible. La represión de la fuerza había tenido graves consecuencias. Inmediatamente se prestó asistencia a los heridos, trasladándoseles a la Clínica del doctor Leremboure a unos y a la Casa de Socorro a los más, utilizando automóviles, camionetas y cuantos vehículos análogos encontraron a mano. La llegada de estos vehículos conduciendo a los heridos a la Casa de Socorro, produjo una dolorosa impresión al pueblo, que se condolió sinceramente de los graves sucesos ocurridos. [...] *** De cómo se produjo el choque de la fuerza con la manifestación no fuímos testigos y hubimos de valernos para nuestra información de referencias recogidas en el lugar del encuentro y en los centros oficiales. Al llegar las fuerzas al alto de Miracruz, se encontraron con la tropa, que tenía órdenes de impedirles el paso. Algunos manifestantes que figuraban en cabeza se adelantaron a los soldados, para decirles que venían pacíficamente a pedir al gobernador la libertad de los compañeros detenidos. Los soldados consultaron con su jefe, quien insistió en las órdenes terminantes de que no se les dejara paso. Las mujeres y niños que iban en la manifestación se fueron filtrando por entre los soldados de Sicilia que estaban allí de retén al mando de un capitán, y las fuerzas terminaron por no ponerse al ruego de los manifestantes y bajaron sus armas con las bayonetas. La manifestación ovacionó a los soldados, vitoreando al ejército. Según las referencias recibidas, en Ategorrieta, cerca del reloj, la manifestación se encontró con que le cerraba el paso un retén de la Guardia civil al mando de un capitán. Les invitaron a no avanzar, ante las órdenes que tenían de impedirles el paso. Sin atender a este requerimiento, los manifestantes siguieron avanzando. Entonces, la Guardia civil dió los toques de atención. No obstante esta advertencia, siguieron avanzando y se hizo la primera descarga. Los heridos fueron llevados al hospital, Casa de Socorro y clínicas de aquellas proximidades."
Sortak: La Voz de Guipúzcoa 1931, kronikak
 
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