Altza XIX. mendeko kroniketan

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La Voz de Guipúzcoa – 1889-09-10

Nuestras cartas

Ancho 8 de septiembre de 1889.

Sr. Director de La Voz de Guipúzcoa.

Muy señor mío: Siguen siendo las calles de Santa Magdalena, la que está tras de la ermita o capilla de San Fermín y otras, depósitos permanentes de inmundicias y basura, sin que a pesar de mis indicaciones en la carta anterior se haya hecho nada por nuestra Junta de Sanidad local para poner remedio al mal que nos amenaza y que no es difícil prever.

En el mismo caso se encuentran las aguas estancadas y pestilenciales de que le he hablado, sin que nadie se haya dignado evitar el grave mal que puede acarrear y las funestas consecuencias de que estamos amenazados; pues hace de todo punto irresistible el olor que despiden algunas veces, tanto que ya raya en demasía.

Nuestra Junta de Sanidad se hace el sordo a mis excitaciones; pero he de hacer constar que a mi voto de censura van unidos los de todos los vecinos del barrio de Molinao.

De esto mismo trató hace algún tiempo un vecino de este citado barrio, y el ayuntamiento tuvo a bien recoger varias firmas y desmentirlo, en vez de darle las gracias y mirar por el bienestar de sus convecinos. ¿Quiere ahora desmentir el mencionado ayuntamiento cuanto llevo dicho? Hágalo en buen hora; pero cónstele que no le firmarán todos los que lo hicieron antes, por la sencilla razón de que no se basará en la realidad de los hechos y ni les explicará el objeto, como hizo anteriormente.

Para ver hasta dónde llega el abandono de nuestro municipio, baste decir que en la calle de Santa Magdalena están construidas las aceras de cuenta de los propietarios que han hecho otras importantes obras a costa de su bolsillo; y a pesar de esto nuestra corporación se hace la indiferente, y ni enciende en cinco o seis días consecutivos el único farol que existe en dicha calle.

Hay más, hace ya dos años que vive una familia en Ancho, y todavía ni le han pasado al cabeza de familia la papeleta de empadronamiento de este año, ni tiene cédula de vecindad como otros vecinos, por no pasar donde él quien tenía la obligación, ninguno de los dos años.

De los patios de algunas casas no hay que hablar; bien pueden testificarlo los vecinos… y el alcalde.

Este abandono nos da que pensar, y más ahora que según se dice hay un nuevo caso de viruela en el citado barrio, según rumores.

Ahora, pasemos a otro asunto. Hay noches en que los vecinos somos despertados a las descompasadas, inmorales e indecorosas canciones de algunos individuos, que, a las altas horas de la noche, se retiran a sus moradas. Pues bien; ¿quiere evitarse ésto? Pues que haga todas las noches la retirada un individuo del Ayuntamiento con su alguacil a la cabeza, y se evitará que algunos establecimientos estén abiertos hasta las doce o más, como sucede algunos días festivos. Y si no, pónganse dos serenos que velen por los intereses del vecindario y eviten algunos conatos de robo, como los del año pasado, y las cuestiones que se suscitan a esas horas, como la que hubo el día pasado, aunque se redujo a algunos garrotazos y salieron a relucir otras armas.

Si una mejora de éstas llega a introducir nuestra corporación, tenga por entendido que merecerá la aprobación de todo el vecindario y los plácemes de éste s. s. s. q. b. s. m.

V.