Lan istripua Herreran
Del tren tranvía que sale de ésta a las cuatro y cuarenta de la tarde para Irún, tuvo la desgracia de caerse el guardafreno Sebastián Lafuente, cuando el tren cruzaba por el kilómetro 627, cerca del paso a nivel de la Herrera.
Apercibidos del accidente por los gritos de la guardesa, el maquinista detuvo el convoy y los empleados corrieron a prestar auxilio a su desdichado compañero, recogiéndole y llevándolo a la caseta del guarda.
El médico titular de Alza, prevenido del accidente, acudió inmediatamente, haciendo al desgraciado guardafreno la cura de primera intención en dos profundas heridas, una en la frente, de pronóstico reservado, y varias rozaduras en las manos.
Más tarde fue transportado en un tren de mercancías a Irún, donde reside el herido.