Cánovas del Castillo en Cristina-enea
(…) La comisión fue recibida en el palacio de Cristina-Enea, por el Excmo. Sr. Duque de Mandas, embajador de España en París, siendo introducida acto seguido en el salón de honor, hallándose en el dintel de la puerta el eminente hombre de Estado, gloria de la España monárquica, D. Antonio Cánovas del Castillo, quien estrechó la mano y conversó con todos y cada uno de los comisionados.
Terminados los saludos usuales de cortesía, los Sres. Cánovas del Castillo, duque de Mandas y comisionados, se trasladaron a la pintoresca y elegante serre, desde donde tan preciosas y hermosas vistas divísanse sobre el verde y ameno valle de Loyola, sobre el encantador Urumea y las frondosas próximas colinas esmaltadas por do quiera de blancos caseríos, cerrando el suburbio y alegre panorama aquél las negras e inexpugnables moles de los fuertes de San Marcos y de Choritoquieta, y más lejos, allá en el horizonte, confundiendo sus graníticos picos en el cielo azul, el gigantesco e imponentemente bello peñascal de Las Tres Coronas. (…)