Sobre la celebración de la festividad de San Fermín en Pasajes Ancho y sobre algunos gastos de los festejos
Carta de Pasajes
Pasajes 8 de junio de 1892.
Sr. Director de La Voz de Guipúzcoa.
Muy señor mío y amigos: EL jueves último fue día de jolgorio para algunos habitantes de este barrio de Ancho, por celebrarse en él San Fermín, su patrón.
Hubo desde bien temprano tamboril que duró todo el día y hasta bien avanzado de la noche, con sus correspondientes disparos de cohetes a intervalos e iluminación (particular) en algunas casas.
Hubo su correspondiente comidita, a la que fueron invitadas algunas dignísimas personas de la localidad y parte del clero de Alza y Pasajes, por haberse prestado gustosas a oficiar y ayudar a la solemne misa que en esta iglesia que más bien parece por su aspecto y situación sidrería o amarrako se celebró en la mañana del citado día.
El domingo próximo es ella: nuestro digno alcalde D. Fernando Irigoyen, caballero de la gran cruz de Carlos III, ha hecho que los vecinos de Ancho no se quejen este año y ha conseguido que el domingo amenice el barrio la banda municipal de San Juan, día y parte de la noche, y también el tamboril; que se corra un toro de fuego, se disparen cientos de cohetes, etc., etc.
Es de esperar que también haya comidita el domingo, y con esa serán cinco o seis las que parece se celebran anualmente por nuestro ayuntamiento.
Sobre esto, precisamente ¡hay tantos pareceres! Uno de ellos es, que con lo que cuestan las comiditas o comilonas al pueblo, podría tener el barrio de Ancho, o un sereno, o más alumbrado, o un fuente, u otras cosas que redundan en beneficio de todos; porque, bueno que se celebre una comida al año, pero…. ¡tantas! no; y si no, que lo pague el bolsillo particular.
Los forasteros que el domingo nos visiten, tendrán ocasión de juzgar si tenemos o no razón de quejarnos por lo detestables que están las aguas de Molinao, y hasta para llamar al Sr. Lasala a que viva tres meses entre nosotros, o a los sordos que escriben en La Unión Vascongada.
Los arbitrios municipales de vinos y licores de esta villa, le han sido adjudicados a D. Enrique Mariscal, vecino del barrio de San Juan.
Ha llamado la atención de este vecindario el que no se hayan expuesto al público las listas del último censo.
El miércoles pasado fue atropellado por un tranvía que se dirigía a Rentería, un niño de corta edad, sin que sufriera daño alguno afortunadamente, en cuyo carruaje iba el gobernador civil. Este señor recomendó a sus agentes gran vigilancia sobre este asunto, pero…. las madres continúan abandonando a sus hijos, dejándoles en la vía pública a merced de lo que pueda ocurrir.
Sin más por hoy, se repite suyo afectísimo s. s. q. b. s. m.
El Corresponsal