Carta protestando por la situación de Molinao
Petición justísimo
Un querido amigo nuestro nos remite desde la vecina villa de Pasajes la siguiente carta:
“Pasajes 10 de junio de 1891.
Sr. Director de La Voz de Guipúzcoa.
Muy señor mío: Tan luego como se han constituido estos municipios en un sólo Ayuntamiento, ha acordado en su primera sesión elevar una instancia al Excmo. señor gobernador civil de la provincia haciéndole presente la imperiosa necesidad de que se adopten las disposiciones necesarias para que inmediatamente se proceda por quien corresponda al saneamiento de la llanura o explanada de Molinao a fin de que desaparezcan las aguas estancadas que existen en ella, y evitar alguna enfermedad epidémica, que con sobrada razón teme el público en general y el vecindario en particular, se desarrolle en el indicado punto.
Dispuesto este Ayuntamiento a hacer todo cuanto pueda para la conservación de la salud pública, ha procurado y procurará solícitamente practicar las gestiones que sean necesarias hasta conseguir que desaparezca ese foco de infección que pone en grave peligro la salud pública, con la que está tan íntimamente ligada la salud privada, la salud del vecindario y la salud de la familia.
En la inteligencia, pues, que la inserción de estas líneas y las que su reconocida ilustración puede añadir, podrán quizás contribuir a una pronta resolución un asunto de tanta importancia, me permito dirigirle la presente por si tiene a bien llamar la atención de los altos poderes públicos que tienen el derecho y el deber de velar por la conservación de la salud pública. Con este motivo, dándole anticipadas gracias, y ofreciéndole tener al corriente de lo que ocurra, tengo el honor de repetirme su afectísimo s. s. q. b. s. m. — P. C.”
Harta razón tienen los vecinos de Pasajes al pedir el auxilio de los poderes públicos. Todo el que haya pasado de Pasajes a Rentería habrá reparado en esos pantanos que hacen apartar la vista con horror y las narices con miedo.
Hay que considerar que aquellas lagunas inmundas son ante todo y sobre todo un peligro inminente, y cuando no por amor a la higiene, siquiera por humanidad debe pensarse en quitar de en medio esa amenaza perenne contra la salud pública.
Es necesario, de imprescindible necesidad, atender a las justas reclamaciones del vecindario de Pasajes. Las aguas estancadas de Molinao, corrompidas por el aire y el tiempo, pueden ser, si no lo son ya, un foco de infección epidémica. Sus emanaciones pútridas azotan al olfato de cuantas personas transitan por allí. En la temporada de verano es uno de los caminos más frecuentados por el público. En carruajes y en tranvía suele recorrerle mucha gente ansiosa de admirar los encantos y bellezas del paisaje. La corte hace de ese camino su paseo favorito. Estando como están aquellas lagunas es lo seguro que el público huya del peligro que ofrecen mientras forme juicios nada favorables sobre nuestro país.
Hora es de que mirando por todos se acuda a reparar un mal existente que puede agravarse, con falta de celo y sobra de abandono.